La edad es un dato anecdótico. Y la prueba es Mario Obrero, que comenzó a escribir a los siete años y sigue trazando rutas de lo imposible con su poesía y su palabra, porque escribe como habla, transitando por el género masculino y femenino, haciendo del lenguaje algo lúdico y modulable que ensancha toda posibilidad lingüística. Escribe desde la libertad y ya ha publicado los libros Carpintería de armónicos (XIV Premio de Poesía Joven Félix Gran – de; Universidad Popular José Hierro, 2018), Ese ruido ya pájaro (Ediciones Entricíclopes, 2019), Peachtree City (el autor más joven en ganar el Premio Loewe) y Cerezas sobre la muerte (La Bella Varsovia, 2022). Cursó Bachillerato de Humanidades en el instituto público La Senda de Getafe y ahora, además, es (re) conocido por el programa de La 2 de RTVE Un país para leerlo.
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