Club Metrópolis | Biblioteca de Camargo
Banco frente a la Isla de Mouro en la península de La Magdalena
Sotileza | José Mº Pereda
Sentarse en el banco y contemplar la Isla de Mouro y los tonos azulados, verdes, grises… de la mar anima a abrir el libro Sotileza y disfrutar del viejo Santander a través de sus gentes, de sus costumbres, sus maneras de vivir y pensar; disfrutar de ese léxico popular que Pereda convirtió en lenguaje literario; dejarse atrapar por la fuerza de su protagonista Sotileza; acercarse a esa mar amada y temida a partes iguales, esa mar que da de comer lo justo y que se enfurece y traga a la gente con la fuerza de sus galernas: “Contemplar con espanto los embates furiosos del vendaval, la terrible situación de la lancha, las milagrosas fuerzas de sus remeros ¡Más…más! gritaba Andrés. Y los remos crujían, y los hombres jadeaban, y la lancha seguía encaramándose, pero ganando terreno,…¡Jesús y adentro!”.