De Julio Llamazares pareciera que no queda nada por decir pero siempre se espera más de él. De hecho, 2023 es el año de su esperadísimo regreso a la narrativa con Vagalume (abril). Nacido en Vegamián (León) en 1955, su obra recorre prácticamente todos los géneros y registros, aunque su adicción poética parece ganar su corazón. Precisamente en poesía, vale recordar La lentitud de los bueyes o Memoria de la nieve; en literatura de viaje es de referencia El río del olvido (1990, 2006), Trás-os-Montes (1998) o Las rosas de piedra (2008); en novela son míticas Luna de lobos (1985), La lluvia amarilla (1988), o El cielo de Madrid (2005), y tambien ha publicado crónicas —como El entierro de Genarín—, relato corto —En mitad de ninguna parte (1995)— o guiones cinematográficos. Sus artículos periodísticos, que reflejan en todos sus términos las obsesiones propias de un narrador extraordinario, han sido recogidos en los libros En Babia (1991), Nadie escucha (1995) y Entre perro y lobo (2008).
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