Después de demasiadas horas de trenes, autobuses, aviones y noches de hotel, una ya sabe que la soledad de una gira de promoción te puede raspar la piel más que el gotelé. Encontrarte una buena organización es lo hace que todo esto valga la pena. Agradezco mucho el cariño y la atención prestada, el trato exquisito -¡la humanidad!- de las personas que me recibieron, así como el maravilloso público que vino a escucharnos a Lucía [Llano] y a mí un domingo de lluvia. Ya tengo a FELISA en mi lista de recomendaciones para autores y lectores y la verdad es que me encantaría repetir esta experiencia.
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