El club que fue miércoles de la Biblioteca Central de Cantabria
Estatua: Pedro Velarde
Recomendación: Benito Pérez Galdos «Los Episodios Nacionales»
“A la gloria del héroe”
Así reza la leyenda en el pedestal de la estatua al hijo de Muriedas, Pedro Velarde, en la entrada de la universalmente conocida como plaza Porticada
Hay ocasiones en que para trazar una biografía basta con el relato de unas pocas horas. La memoria de Velarde es la memoria de un día de mayo en Madrid, que nos llega muy especialmente por los testimonios de Goya y Galdós
Un hombre junto a un cañón: El héroe permanece sólo, sobre su pedestal, de pie junto a uno de los cañones del parque de artillería de Monteleón.
Es increíble el detalle y precisión de la crónica de Galdós sobre los sucesos del 2 de mayo en Madrid. Con algunos personajes reales y la mayoría inventados nos pasea con absoluto verismo por el centro de la acción por la calle Mayor y la puerta del Sol con la profunda sensación de que estamos presentes en medio de los sucesos. Con toda fuerza nos dice que “el que no lo vio renuncie a tener idea de semejante levantamiento. Viene como anillo al dedo lo que dice Max Aub en su Manual de la Historia de la Literatura Española, asumiendo la obra galdosiana en estos términos: «Perdiérase todo el material histórico de esos años [siglo XIX], salvándose la obra de Galdós, no importaría. Ahí está completa, viva, real la vida de la nación durante los cien años que abarcó la garra del autor. Existen, para siempre, sus centenares y centenares de personajes históricos e imaginados, tan ciertos los unos como los otros”.
Aquel día, el artillero cántabro Pedro Velarde con el capitán sevillano Luis Daoiz toman el control del parque de artillería de Monteleón para defender a los sublevados y entregar armas al pueblo que se rebela.
Aquel cuartel de Monteleón se encontraba en parte de lo que es hoy la plaza del dos de mayo, en el corazón del barrio de Malasaña, donde han florecido en nuestros tiempos otras “movidas”.
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