Un diario casi completo escrito por Fernanda Sanz Villegas
Viernes 27
Este año se anticipa a la cita y celebro estar jubilada y poder estar aquí porque hoy Felisa ha abierto las ventanas de su casa y con gritos de alegría nos invita a pasar el día con ella. Llenamos el salón y, a ratos, hemos tenido que apoyarnos en las paredes. Está radiante porque le encanta ser anfitriona y cuida cada detalle, cada palabra y cada silencio y, aunque coloque todas las sillas que encuentra, disfruta viendo que siempre se le queda gente de pie.
La llamada de Felisa es poderosa, irresistible. Empezamos con Esteban Ruiz que presenta las Crónicas secretas de la Guerra Civil en Cantabria.
Con los discursos, comentarios, escupitajos y odio al que nos tienen acostumbrados los políticos de actualidad, es un bálsamo escuchar nuestra historia reciente sin censura, sin excusas, con verdad y vocación de dar luz a quienes queremos seguir saliendo de esta insoportable tiniebla. Habla de mujer y guerra, de la condena a un silencio doble por republicana y mujer y nos cuenta la pintada de las mujeres de Cabuérniga. ¡Qué necesario poner en valor el activismo político durante la República y la guerra con perspectiva de género! Habla de homosexualidad con normalidad y lo hace en estos días que los cafres de PP y Vox quieren esconder trapos con colores distintos a los de su amada banderita española y nos cuenta de la conocida relación de Rapún y Lorca. Que no se pierda lo que tantos años costó conquistar: espacios libres y seguros para querer. Habla de fanatismo cuando explica la venganza de los falangistas con el doctor Madrazo, muy anciano, por la foto de cálices y otros objetos. Qué tolerantes cuando fueron capaces de dejar morir en la ruina a una persona por una vajilla inadecuada, según ellos. Habla de las fotos que salían de las cámaras Leica de los alemanes. Después de matar, bombardear, asolar, destruir, achicharrar pueblos… hacían fotitos. ¿Es doble moral, perversidad o maldad sin paliativos? Las fake news, la leyenda del Faro, la necesidad que tenemos las personas de creer mentiras mejor o peor contadas. En la infancia son los cuentos y me ha encantado contarlos toda la vida, para público adulto generalista son las religiones y para un sector cada vez más inquietantemente amplio, están siendo los medios manejados y manipulados por la extrema derecha.
Qué suerte estar aquí y pensar que somos comunidad y que queremos un futuro progresista, diverso, integrador y en el que la libertad sea para tod@s.
Una cerve en el Café Literario nos ayuda a sedimentar impresiones, datos y reflexiones.
La tarde nos guarda a Juan Gómez Bárcena con su Mapa de soledades.
Juan es la calma, la paz, la mirada hacia dentro, la búsqueda de respuestas a los motores de la vida. Arranca diciendo que la Historia nos da información de los ricos y los poderosos, no de quienes están en los márgenes. O sea, que le falta mucho trozo a la historia. Explica cómo surgió la idea del título, he querido imaginar esa libreta de apuntes anárquicos, sin orden, reventones de intención que dieron lugar a este libro maravilloso. Se detiene en la idea de cartografiar y cuenta los tipos de soledades, los lugares frecuentes y algunos extremos en los que se vive la soledad, los escritores que han vivido distintas soledades, la soledad en primera persona, lo que duele una soledad antes de sentirte a gusto con ella, de los lugares pequeños porque fosilizan la idea que tienen de nosotros… habla de la relación de la soledad con la costura porque entre elementos autónomos se establece un vínculo, de ciudades también que no son tan solitarias como se dice, de la vejez y la soledad en la cumbre, de las amas de casa invisibles, ¿improductivas? y solas. Las reivindica. Define la vida propia, la necesidad de estar solo para pensar, encontrarse, amar, decidir,… Es un discurso extraño en esta época de miles de seguidores desconocidos o de identidad incógnita en las redes sociales. Es un discurso extraño porque pretende vendernos los beneficios de un viaje interior cuando lo que mola es la exhibición instantánea y multitudinaria. Es un discurso extraño porque revisa el alma humana, con sus miserias y contradicciones, sus bondades y aciertos. Es un discurso extraño que me acoge y apacigua, con el que coincido y me hace pensar para dejarme con una sonrisa reconfortante y, entonces, recuerdo una cita del libro: «miles de personas prefieren la compañía a la libertad».
Advierte, ante una plaza llena, de la facilidad con que la extrema derecha inocula sus ideas y sus mentiras de forma rápida y directa a las personas más solas y desarraigadas de la comunidad. Conviene tanto decir esto con sosiego y sin crispación, con paz… No sabía que Marine Le Pen llamaba a sus fieles familia. No sé por qué he recordado a la mafia. Escuchamos con atención que la vida independiente no existe y su conclusión al acabar el libro: la soledad es necesaria y todo eso, pero es necesario el contacto.
Es mágico este sentimiento. Lo consigue un año más Felisa y aún nos quedan Antón Cortés, Patricia Cercas y el espíritu de Machado para esperar la noche.
Desde la ignorancia musical, Antón Cortés es un pianista brillante y toca descalzo. Terminan de ensanchar ese alma que ha estado agrandándose todo el día. De Machado el caminante, el mañana efímero o algunos cantares, guiños contra esta crispación, obstrucción, exclusión y a favor de la esperanza, del progresismo y de la libertad.
Esta noche la plaza está absolutamente llena, la gente aplaude a rabiar y yo quiero convocar al sueño para quedarme con «Estos días azules, este sol…de verano” y sentir que «mi corazón espera también hacia la luz y hacia la vida / Otro milagro de la primavera». «Porque hoy es siempre todavía».
Regar la esperanza es un regalo.
Inmensamente agradecida, un año más, a la comunidad que hace posible este milagro con la que está cayendo.