«Ya en las calles colindantes podía percibirse una energía especial que se manifestó de pleno nada más pisar la Plaza Porticada; no alcanzo a definir lo que allí se respiraba, la atmósfera de gozosa celebración que planeaba sobre un espacio que mostraba una faz completamente distinta a su cara habitual. La palabra, manifestada en múltiples versiones vibrando y recorriendo cada centímetro de piel y asfalto. Un lujo para mí formar parte de esa biodiversidad cultural que las Librerías Asociadas de Cantabria (LAC) y el equipo de coordinación de la Feria consiguieron aglutinar en torno, por y para los libros.
Gratitud es el sentimiento que bailotea en mi espíritu cuando pienso en Felisa. Gracias a cada uno de los colaboradores que me dispensaron un trato amable y cercano, gracias a mis compañeros de intervención: Lorenzo Oliván y Guillermo Balbona (queridos y admirados) de los que siempre aprendo y gracias por pensar en mí para recordar a José Hierro.
Un abrazo infinito»