“Felisa no es sólo una feria y una fiesta, es una casa, un cobijo, un refugio. Pone la literatura a pie de calle al alcance de la gente. Es creativa, es divertida, es cercana, es familiar. Es subversiva en tiempos de desencuentro y desafección. Nos recuerda que la cultura es agitadora, emancipadora, acogedora y aglutinadora. Felisa es como una buena amiga: te recibe con los brazos abiertos, te escucha con atención, te reconforta. Me ha reconciliado con la vida ver cómo un precioso grupo de personas se moviliza por los libros y cuida a los lectores y a los autores como se cuida a los amigos y a la familia. Gracias por invitarme, gracias por lo que hacéis. Nos vemos en la próxima, que espero que sea pronto porque ya he empezado a soñar con volver»